sábado, 13 de julio de 2013

PENSAMIENTO ECONÓMICO MEDIEVAL

                                    



EL Pensamiento económico medieval surgido en la cristiandad latina de EUROPA occidental que desarrolló el feudalismo y la filosofía escolástica, se centró en cuestiones éticas como la pobreza y la caridad, el precio justo, la relación conceptual entre le beneficio, el interés y la usura.

La supervivencia temporal más allá de la crisis bajomedieval, se extendió durante el antiguo régimen en que fueron apareciendo nuevas escuelas de pensamiento económico, como el mercántilismo, que no obstante, en algunos casos, mantuvieron cierta continuidad con el pensamiento medieval. 

                             
       

para dar paso hacia una economía de mercado era necesaria la aparición de relaciones impersonales, competencia, libre movilidad, expansión económica. 

propiedad privada; el conjunto de instituciones necesarias para el desarrollo de lo que se conoce como capitalismo o modo de producción capitalista. la sociedad muy jerarquizada, se organizó de forma estratificada (nobleza, clero y pueblo llano) sobre la comunidad.
sobre la base de estos principios se comprende la desigualdad social en capacidad, riqueza y libertad.
                           
                              
           

LA DOCTRINA DEL PRECIO JUSTO

que es interpretada de maneras diversas pero siempre en el sentido de impedir ganancias definidas como lucro o usura.
el precio del mercado puede ser una de las definiciones por las que se entiende ese precio justo, pero más habitualmente es un concepto que implique una ganancia honrada para el productor que le permita la supervivencia y un precio accesible para el consumidor que también se le permita.


                                         

TEORÍA DEL INTERÉS Y LA USURA

El estudio del pensamiento económico a buscar el precio justo dentro de esta ética, ello se observa con claridad cuando se estudia la teoría del interés de la usura.
para el pensamiento medieval usura suponía el cobro, al hacer un préstamo, de cualquier tipo de interés, lo que provocaba su rechazo considerándolo éticamente reprobable porque el interés no modifica la naturaleza de las cosas.

para esta ética el interés es equiparable al beneficio. el beneficio encuentra su justificación en la actividad comercial como fruto del trabajo de transporte o almacenamiento de los bienes. el beneficio solamente es legítimo si procede del trabajo. no del capital.



                                  

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